sábado, 13 de agosto de 2011

Life of a teenager (Ep.3)

Cuando la Señorita Anderson nos dijo que llamarían a nuestros padres sentí en la cabeza como si una cuerda me tirara de los ojos, sentí una cálida y pequeña lagrimita que bajaba por mi mejilla y empecé a sudar, paré de respirar, por un momento pensé que me moría. No me imaginaba lo tanto que decepcionaría a mis padres, ahora se enfadarían y me harían cosas horrorosas, como las que me hicieron con 7 años, cuando suspendí en segundo matemáticas y español.
La señorita Anderson cogió de un enorme libro mi expediente y el formulario que rellenaron mis padres cuando me inscribieron. Luego sacaron el de Brett. La señorita Anderson cogió el teléfono y marcó mi número.
-¿Son los padres de Roxxie Brooks?
-Sí, ¿querían algo?
-Soy del Village High School, hemos expulsado a Roxxie Brooks durante dos días por gritar en el acontecimiento de bienvenida, escabullirse con Brett Madinson del castigo y retrasarse una hora.- Yo no me podía imaginar que esto estuviera pasando.
-Vale, traigame a Roxxie a casa y luego hablaremos.-Yo no sabía que hacer, ya que yo era una estudiante ejemplar, NUNCA me habían castigado antes y entonces me eché a llorar. Brett intentó tranquilizarme, pero yo no podía hacerle caso, él tenía un cuidado especial, o al menos en otro colegio. Cuando oí la voz de la madre de Brett, parecía peor que la de el Sr.Thompson cuando hicimos en 6º de primaria la guerra en el comedor.
Cuando llegué a casa subí rápidamente las escaleras hacia mi cuarto, Brett, como todavía no le habían llevado a casa subió a mi cuarto y empezamos a hablar.
Cuando Brett se fue, yo me eché a llorar. En eso subió mi madre. Ella me pidió que le explicara lo sucedido que con mamá no habían problemas. Ella no estaba enfadada ni mucho menos, porque ella me conocía y sabía que yo nunca sería capaz de hacer eso. Me acarició el pelo y me dijo:
-Roxxie, cariño, no llores, no te va a pasar nada, yo sé que eso lo hiciste por amor a Brett Madinson. La idea fue suya, ¿verdad?-Yo me había quedado sin palabras y en eso dije
-Sí, mamá fue suya la idea.
-No pasa nada, anda vamos abajo a hacer una reunión familiar, que tengo una noticia muy buena.
-Ya abajo, estábamos en la mesa del comedor y mamá dijo
-Tengo una noticia muy buena que dar.-Bill, Rocky, Anne, papá, mamá y yo nos sentamos, hasta cogimos a Luna y a Sidra.
-Rocky, Bill, Roxxie, Anne, estoy embarazada.-¡Qué bien! Íbamos a tener otro hermanito.
-Mamá.-Preguntó Rocky.-¿qué es?
-Es una niña.
-¡Joróbate Bill!-Exclamé.
Mamá cogió la ecografía y el test y nos los mostró.
Me dio una gran alegría. Rocky llamó a Cici, a Bella, a Alison, a Amy, a Cindy y a Alex. Yo llamé a Alice a Angelina a Emma a Chrystalle y a Brett.
Cuando llamé a Brett el estaba llorando, me dijo que no le dejaban verme más.






miércoles, 10 de agosto de 2011

Life of a teenager (Ep.2)

Me habían mandado a dirección en cuanto se oyó una voz reclamando derecho:
-¡Si la echan a ella échenme a mi!-.¡Era Brett! Los profesores no dudaron y exclamaron -¡Brett fuera!-.No me lo podía creer, los chicos y chicas se empezaron a reír de nosotros, ¡Oh no, Brett había perdido popularidad por mi culpa! Cuándo oí a la Señorita Hedderson, me dieron más ganas de llorar, y me fui llorando corriendo por el pasillo que llevaba a las taquillas para ir a dirección cuando me encontré a Brett con cara de disgustado. Ahí me asusté y dije
-Brett, dísculpame, por mi culpa has perdido popularidad.
-Roxxie, tú no has hecho nada.
-Sí, Brett, se me partió el alma al ver como los chicos se reían de ti, y pensé que estarías enfadado conmigo por eso.
Anda Roxxie, tú tranquila.- Me decía mientras m ponía su chaqueta azul marino en mis hombros.- No te preocupes, la directora está en el Salón de Actos, sólo está la secretaria en dirección, tocamos la puerta le decimos lo que hay y nada más, luego nos dirá que no volvamos dentro de una hora y en ese tiempo nos vamos a pasear, ¿te parece?- Brett intentaba tranquilizarme, pero aún así no me convencía, a él le trataban en su otro instuto de una forma especial, es Brett Madinson y eso no se lo quita nadie.
Ya estábamos en el mostrador de dirección, llamamos y sale la secretaria. Tenía pinta de cocinera, pues me hizo dudar si era ella.
-Hola, somos Brett Madinson y Roxxie Brooks. Venimos porque la señorita Hedderson nos ha dicho que vengamos aquí creo que por castigo.
-En ese caso no volváis hasta dentro de una hora pero no os dejaré ir a cualquier lugar, tendréis que ir a reflexionar a las Cabinas de Reflexión en el Central Park.
-Bueno, vale, está bien.
-Vaya paseo Brett,ir a unas cabinas es excelente.- ¿cabinas? ¡Ha, ha, ha! ¡Vamos a escabullirnos!
Durante ese tiempo hicimos unas cosas maravillosas, fuimos a la pastelería, al Centro Comercial, y a muchos sitios más. Cuando volvimos, la secretaria y la Señorita Anderson, nos estaban esperando con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Señorito Madinson y Señorita Brooks, se han metido en un buen lío.
-¿Por qué?- Preguntan a la vez con pinta de no saber de lo que hablan. Os habéis escabullido y habéis llegado una hora después.-¡Eso no es verdad!-Exclama Brett.-¡Eso es otro lío en que os metisteis! ¡Llamaremos a vuestros padres y os expulsaremos durante dos días por gritar, defender al otro y escabullirse y retrasarse del castigo!

Life of a teenager (Ep.1)

Hola, me llamo Roxxie, Roxxie Brooks.
Tengo 15 años, procedo de una familia norteamericana, de New York.
Estudio en el Village High School, el instituto más caro de NYC. Soy una chica normal y loca, y eso a veces me trae problemas. Bueno os contaré. Un día de otoño, me fui a clase, era mi primer día en el nuevo instituto y estaba un poco nerviosa. Cuando llegué a la puerta de mi nuevo instituto pensé en lo que me esperaría dentro, tal y como yo era, le encantaba a le gente de mi antiguo instituto. Apretando mucho mis dientes, entré a clase. No era nada de lo que había pensado, la gente se veía muy tranquila hablando de sus cosas. Yo veía mucha gente normal, hasta que mis ojos vieron un brillo especial, no creía que fuera, pero sí, era él. El chico de mis sueños. ¡Era Brett Madinson! Era el cantante pop más famoso del mundo. Cuando llegó, todas las chicas se lanzaron a él, todas menos yo. Yo no tengo tanto valor como para ir corriendo hacia él. No soy como las demás. Ellas son guapas, rubias, ricas... Ya sabéis que yo tenía la posibilidad de entrar, pero con sacrificio de mis padres. Bueno pues así él, con las manos en los bolsillos y su enorme sonrisa se iba acercando a mí. Pasito a pasito me dijo hola. Yo, tímidamente con el reguero de chicas de atrás, cabizbaja le contesté, hola. Se escucharon unas carcajadas femeninas de fondo y yo, más tímidamente aún y con la cabeza igual de cabizbaja me fui arrastrando los pies. Luego no me lo podía creer, ¡Brett Madinson estaba detrás mía! Yo me alegré por dos partes, porque no habían chicas y porque el seguía conmigo. Con su enorme sonrisa me dijo
-¿Qué tal? -Yo me había quedado sin palabras hasta que reaccioné y tartamudeando le contesté -Bien -No es por presumir pero, ¿no me conoces?- Yo reconocía que estaba preparada para otras cosas, pero no para semejante belleza.
-Si te digo la verdad sí, eres mi ídolo. Y es más, todas las tardes miro tus fotos por internet. Empiezo y me pongo colorada haciendome ideas imposibles, pero ya veo que son posibles.- Él soltó una gran carcajada. No como las otras chicas, era una carcajada agradable, una de amigo.- ¿Quieres salir conmigo? -Me preguntó.-Esto...Ejem...¡Claro que sí!- Y entusiasmada le salté a dar un abrazo, ¡hasta pensé que estaba soñando! ¡lo imposible, es posible! Más tarde, se oyó unas voces diciendo ''Atención, alumnos del Village High School, es hora de ir al salón de actos'' En eso todos fuimos hacia allá. Durante el acontecimiento noté una cálida y suave mano que lentamente se colocaba en la mía. Miré hacia mi lado derecho y no lo podía creer, ¡Brett Madinson tocándome la mano! No lo podía creer. Se reflejó una enorme sonrisa en mi rostro y no pude evitar gritar y empezar a reírme a carcajadas. De repente oí mi nombre por el megáfono. ¡Oh Dios mío! ¡El primer día de clase y ya castigada! Me quedé quieta como un palo y pálida como un vampiro, la sonrisa que había en mi cara se borró y se puso seria y noté en mis mejillas unas suaves lágrimas que me goteaban de los ojos.

CONTINUARÁ